Buenos Aires, 30 de abril de 2011
Queridos amigos,
Escribo este correo para comunicar lo que creo que es una injusticia. Como en toda injusticia hay un “injusticiado”; en este caso: Ignacio Rodríguez Varela —Nacho—.
Algunos de ustedes recordarán mi paso por la fiscalía de Saavedra como el fin de un proceso bastante difícil en la PGN. Difícil porque cualquier iniciativa de cambio era inmediatamente obstaculizada por la máquina de impedir que eran la mayoría de los fiscales, incluidos aquellos de los que cabía esperar algún acercamiento. En ese proceso sólo contamos con el apoyo de unos pocos fiscales y, sobre todo, de Pepe Campagnoli acompañado siempre de Ignacio Rodríguez Varela, secretario. La Fiscalía abrió en el año 1999 y con algunas idas y venidas Pepe y Nacho siguen trabajando ahí.
Hago esta introducción para decirles que quiero hacer algo para ayudar a Nacho en sus intentos desde hace años —siglos— para que lo designen juez o fiscal. Desde 2006 ha sido seleccionado para integrar doce ternas para juez, camarista y fiscal, siete de ellas en el primer lugar. Parece ser que finalmente tenía/tiene la oportunidad de que se envié la propuesta al Senado para el cargo de juez de instrucción (concurso 170, 11 cargos, está en cuarto lugar con 85 puntos en la prueba), pero, aparentemente, algún asesor de Zanini fue consultado cuando el pliego ya estaba en Legal y Técnica, y habría sugerido su rechazo en función de las razones discriminatorias que impiden permanentemente su nombramiento. Esto significaría que probablemente lo pasarán por arriba en las diez ternas consecutivas que ha de integrar en ese concurso y, seguramente, correrá la misma suerte en los otros pendientes para camarista de la cámara criminal y de los tribunales de juicio (no tengo números exactos pero alrededor de 24 ternas, 17 en el primer lugar).
Le pedí a Ignacio que me dijera cuáles eran las razones por las cuáles el creía que no lo designaban, y tiene la casi certeza de que se trata de un caso de “portación de apellido”. En cuanto a su padre, me dijo que:
“fue Decano de la Facultad de Derecho de 1972 a 1973, Fiscal de Estado de la Provincia de Buenos Aires (equivale a la Procuración del Tesoro nacional) de 1976 a 1978, Ministro de Justicia de 1979 a 1981, y Rector de la Universidad de Buenos Aires en 1982; luego defensor de Videla en diversos procesos penales”.
Su condición de “hijo”, según me dicen, ha sido la señalada de manera unánime como causa de la discriminación; lo dicen algunos funcionarios en forma expresa cuando alguien pide que se preste atención a su situación. Ante ello Nacho ha presentado un recurso de amparo basado en que la discriminación, el trato evidentemente desigual y la imposibilidad de sostener que las once veces en las que se pasó por arriba la decisión de los jurados obedece a la idoneidad constitucional. La Cámara en lo Contencioso administrativo le reclama en su sentencia la prueba fehaciente de la razón de la discriminación…
Ignacio me escribe diciendo que:
“todo indica que no me quieren designar por portación de apellido, y es posible también que mi actuación en las fiscalías y en aquel año en el Ejecutivo me ganaran enemigos por otras razones[1], pero desde 1993 cuando fui designado Secretario y arrancamos luego con el gordo Pepe nuestras batallas, tengo una legión de enemigos por el estilo; bienvenidos sean, porque se trata de tratantes de blancas internacionales; algún juez y todos los que lo sostienen que es otra legión; una multitud de comisarios generales, mayores y menores; otra multitud de políticos corruptos, como aquel presidente del consejo deliberante, Pico, al que le dieron 14 años de condena, hecho que motivó mi primer bolilla negra de parte de un juez de la vieja Corte en 1997 cuando me quisieron nombrar en la CSJN para integrar la secretaría especial para la causa de la embajada; esto además de una multitud de bandas de piratas del asfalto, de empapeladores, de peligrosos secuestradores y otras asociaciones ilícitas que llegaron a nada menos que 20 condenas por ese delito casi imposible; agregále a esto a toda esa legión de tribunalicios apachorrados y maliciosos que nos odian desde que se nos ocurrió la aventura de la Fiscalía de Distrito; no te olvides que éramos la única fiscalía que, por ejemplo, era salteada en el turno de tres jueces a pedido de ellos y por decisión de un camarista que les hizo caso, eran Moundjian, Madjoubian y Muratorio, los tres se tuvieron que ir o fueron echados. Por lo demás, jamás fui impugnado en los larguísimos y penosos trámites de esos 12 concursos por NADIE, ni siquiera por los que luego se ocupan de llenarle la cabeza a Zaninni para que entregue la mía. Les salgo muy barato”.
En fin, esta es la situación. En mi carta de adhesión a la candidatura de Nacho destaqué su valentía y coraje y resalté que esas virtudes, sumadas a su imparcialidad e independencia, lo hacían merecedor de toda mi confianza para ejercer el cargo para el que está propuesto y por el que ya ha sido distinguido. Subrayé, además, su capacidad para transmitir a quienes lo acompañan su vocación y la forma desprendida y generosa con la que he visto como comparte su conocimiento, permitiendo a quienes trabajamos con él enriquecernos y aprender con su ejemplo. En mi opinión, el Estado no puede darse el lujo de perder un juez o un fiscal con estas condiciones.
Entiendo que no es una locura pensar que el apoyo a Ignacio Rodríguez Varela tiene que venir de los sectores “progresistas” al que pertenecemos algunos de nosotros. Lo que ocurre con Nacho es algo que aparece en mi cabeza regularmente y me incomoda no hacer nada para evitar que esta situación se siga repitiendo. Con algunos de ustedes en algún momento firmamos una solicitada ante una situación que ofendía la legalidad y la justicia; más allá de quienes eran sus protagonistas. En este caso el protagonista tiene un apellido: Rodríguez Varela.
La cuestión es cómo prevenir que se repita ahora lo que ya ha ocurrido en todos los concursos anteriores. Esta carta es un comienzo.
Un abrazo,
Mirna Goransky
[1] Se refiere al año 2004 cuando trabajó en el Ministerio de Justicia y Seguridad a cargo, en ese entonces, de Gustavo Beliz.
8 comentarios:
Injusto, sobre todo tomando en cuenta que en otros casos no importa que el juez nombrado no sepa nada de derecho ni, incluso, que abiertamente haya apoyado en numerosos escritos a los gobiernos militares: Me refiero al nuevo juez Quevedo , de Concordia, Entre Rios, que no solo no ha rendido examen de ingreso ni concurso sino que abiertamente apoya a los milicos. Tantos concursos y tantas ternas por parte del Dr. Rodriguez Varela debieran ser merito suficiente para que tenga valor por si mismo. Espero que lo logra, porque lo merece.
Coincido con Mirna y la situación realmente es injusta, y aunque a muchos no les guste algo similar paso con Domingo Montanaro. Que no por razones de apellido sino por otras también es discriminado.
Creo que si ambos ganaron todos los concursos que ganaron tienen derecho a ser nombrados.
Ojala algún día ambos sean designados lo que demostraría que somos un país democrático y tolerante en serio y respetamos aquellas reglas que no autoimpusimos.
Francisco Castex
Coincido con Mirna en que la situación es francamente injusta. No conozco a Ignacio pero me consta que ganó numerosos concursos, y que por razones de apellido no lo nombran. Discriminación que también sufre,aunque por otras razones,Domingo Montonaro. Ambos se cansaron de estar entre los primeros puestos de numerosos concursos. Merecen ser jueces o fiscales y merecen que los demás seamos tolerantes con las ideas ajenas nos gusten o no gusten. Basta de falso progresismo, seamos democráticos y banquemos las reglas que nos autoimpusimos. Si ganó, ganó.
Es vox populi que a Rodriguez Varela le pusieron la bolilla negra.
Yo participé en un concurso en el que me fue muy bien, y a Rodriguez Varela también, pero "radio pasillo" decía: a) quienes eran los "elegidos" para ganar las dos vacantes (con independencia de los méritos y del examen); b) que Rodriguez Varela no iba a ganar porque era "hijo de".
Renuncié al concurso mediante una nota cortita en la que decía, palabras más palabras menos, que el concurso era irregular. Y eso me consta, al menos en lo que atañe al modo en que se conformó la terna y se eligió a los ganadores. Lo de la discriminación, repito, es sólo "radio pasillo", pero lo saben todos los que alguna vez participaron en algún concurso en el que también estaba Rodriguez Varela. Tengo guardadas las pruebas que demuestran la irregularidad de ese concurso y de otro más, que retratan como funciona el consejo de la magistratura Kirchnerista.
Mi nombre es Mariano Silvestroni.
Hay muchas injusticias, esta es un sin dudar. Pero la mayor injusticia es todo el Poder Judicial en sí mismo: No pagan el impuesto a las ganancias como el resto de la Sociedad, son el unico Poder del Estado con cargos vitalicios y cuyos miembros son elegidos a dedo sin el voto democratico, tienen su privilegiado sistema de jubilacion, no se les puede poner multas, laburan 5 horas al dia como mucho, los juicios en este pais son un bochorno: duran años y años y pareciera que todo el sistema existe para que sea un vil negocio de los abogados que comparten la misma profesion que los jueces. Yo si tuviera la oportunidad de ir a votar mi representante en el Ministerio Publico no dudaria nunca en elegir a Rodriguez Varela, pero con un sistema con tantos privilegios de por medio, con tanto poder político(sin haber sido elegidos), con tanto dinero de por medios (los jueces son los funcionarios mejor pagos en el Estado) como se puede esperar "Justicia", es que esta empieza con reglas de juego claras, lo que pasa es que mientras los jueces manejen Poder, siempre el sector politico va a querer nombrar personas afines para luego obtener favores, por ahi empieza el cambio!!!!
domingo montanaro!!!!!!!!!!!
le mandó una carta a menem pidiéndole la aplicación de la pena de muerte!!!
a uds. les parece que un tipo así puede ser juez!!!!!!! por favor, no caigan en una democracia insustancial sólo regida por las formas!
estos dos tipos NO pueden ser jueces ni defensores!!!!
Me parece que no es lo mismo que alguien pierda un concurso por lo que dice o hace. De hecho lo razonable es que sean las propias acciones las que se juzguen. Lo que es antidemorático es que se discrimine a alguien por "ser hijo de". Y mucho más antidemorcático es que los concursos estén "políticamente arreglados" como lo estuvieron durante el imperio kirchnerista en el consejo, de la mano de la dama que, cigarrillo en mano, lo manejó con mano dura durante varios años.
Es injusto que lo discriminen por su simpatía con los gobiernos totalitarios, ya no hay más libertad en este país. Ya lo dijo el gran Duhalde, hay que respetar a todos, aún a los que robaron hijos de desaparecidos, dónde quedó la libertad de pensamiento?
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